En el último año y medio, 2,4 millones de alumnos y 12.228 escuelas primarias estatales de todo el país sumaron al menos una hora de clase, según datos oficiales de la Secretaría de Educación de la Nación.

El dato implica que, desde mediados de 2022, se pasó de un 22% a un 83% de las escuelas con al menos 25 horas semanales de clase en el nivel primario, tras la implementación del programa “Hora más”, impulsado por el ministerio nacional en convenio con 22 provincias (todas menos Misiones y San Luis).

Las horas de clases planificadas para el nivel primario en las distintas provincias en 2022 presentaron una alta dispersión: mientras el plan de la Ciudad de Buenos Aires, con altos porcentajes de alumnos en jornada completa, incluyó 1162 horas anuales y el de Santa Cruz, con jornada extendida, 1099 horas, el diseño de catorce estados provinciales no llegó al promedio nacional de 829 horas. San Luis, Chaco y Corrientes fueron las jurisdicciones con menor cantidad de tiempo: 753, 761 y 769 horas, respectivamente.

Así surge de un informe del observatorio de Argentinos por la Educación; sin embargo, uno de los principales problemas es la falta de datos oficiales sobre el tiempo efectivo que pasan los alumnos en las aulas, algo que, al descontar los días de paro y el ausentismo docente, arrojaría datos más concretos y ayudaría al diseño de políticas que favorezcan el aprendizaje.