El actor se lamentó por la inesperada consecuencia que tuvo el rodaje de la comedia, estrenada en el año 1997

Brendan Fraser alcanzó una enorme fama a finales de los 90 y comienzos de los 2000 gracias a éxitos de taquilla como La momia y permaneció lejos de las cámaras durante varios años hasta su aplaudido regreso con la película The Whale (La ballena). Por ese motivo, el actor está brindando numerosas entrevistas en la que se muestra conmovido por esta segunda oportunidad que le brindó el público y la industria. Y en una de esas charlas, sorprendió al pedir disculpas por un episodio que sucedió hace dos décadas y media.

En 1997, Brendan se encontraba filmando la película George of the jungle (George de la selva), una comedia de aventuras basadas en el popular personaje animado. Fue uno de los primeros protagónicos que le permitió construir un nombre dentro de la industria, aunque el recuerdo de ese éxito está asociado a un confuso episodio por el que Fraser sintió que debía pedir perdón.

En una nota con SFGATE, un portal de noticias centrado en las actividades de San Francisco, el actor recordó un caos de tránsito que se originó por el film, y explicó: “Cuando estábamos haciendo George of the Jungle, en una escena George iba a rescatar a un paracaidista que había quedado colgando del Golden Gate Bridge. Eso exigió que Disney debiera poner un maniquí que simulara ser el paracaidista colgando desde el puente. Y eso generó que el tráfico se atascara en ambos lados del puente”.

Brendan Fraser, en sus años iniciales en Hollywood

Más adelante, Brendan recordó el complejo movimiento vehicular que se originó a partir de la filmación de esa escena, y detalló: “Mi tráiler estaba del otro lado, en un estacionamiento. Y recuerdo perfectamente observar el Golden Gate, y ver a ese muñeco paracaidista colocado allí. Y prendo la televisión, y la transmisión de Oprah se interrumpió a raíz de una noticia de último momento, en la que un reportero desde un helicóptero informaba que había un paracaidista atorado en ese puente. Y desde mi lugar veía a esos helicópteros que estaban saliendo por televisión y me di cuenta que nadie había pedido la autorización correspondiente para filmar, y que alguien iba a tener serios problemas con la oficina del alcalde. Así que puedo disculparme por eso”. Y de manera muy sincera, Fraser concluyó: “Así que todo sea dicho: ahí estuve mal, y no va a volver a pasar”.