
La Justicia de Tucumán condenó a Liliana “Pampita” Carrizo a 18 meses de prisión condicional tras declararse culpable del robo del teléfono celular del gobernador Osvaldo Jaldo. La pena incluye la prohibición de acercarse al mandatario o de hostigarlo a través de redes sociales. Carrizo permanecerá en libertad, siempre que cumpla con las condiciones impuestas por el juez Cristian Velázquez.
El hecho ocurrió el 18 de junio, durante un acto político en La Cocha. Jaldo participaba en la inauguración de una oficina de asistencia jurídica del Ministerio de la Defensa y, posteriormente, en un almuerzo con dirigentes. Al retirarse del lugar, advirtió la ausencia de su teléfono.
La investigación, basada en fotografías tomadas durante el evento, permitió identificar a la autora. Un allanamiento en su domicilio posibilitó el secuestro del celular, así como de pendrives, otro teléfono y una computadora del programa Conectar Igualdad.
La auxiliar de fiscal Emilse Guevara imputó a Carrizo por hurto, dictándose inicialmente un mes de prisión preventiva. La medida fue prorrogada el 19 de julio, pero el fiscal Fabián Assad no incorporó pruebas para agravar la acusación. Posteriormente, propuso un juicio abreviado, aceptado por la defensa y la querella.
En la audiencia, Assad confirmó que no se hallaron evidencias de que Carrizo hubiera extraído información del dispositivo sustraído. La acusada aceptó la pena y renunció a cualquier recurso impugnativo, quedando firme la sentencia.
