Luis Allori tiene otras causas por violencia de género que fueron archivadas. Las víctimas, su exesposa y sus hijos, se salvaron de milagro y hoy tienen terror de que cumpla con las amenazas.

Luis Allori es un prestigioso traumatólogo de Tucumán. Estaba separado desde hacía más de seis años, pero el 12 de febrero, tras una discusión, atacó a golpes a sus hijos e intentó asesinar a su exesposa. Se encuentra con prisión preventiva pero en menos de un mes podría recuperar la libertad y su familia vive con terror.

Soledad también es médica y tuvo una relación violenta durante los años que estuvo casada con Allori. El acusado es simpatizante del nazismo, se hace llamar “El Führer”. Además colecciona armas y tiene antecedentes por violencia. En un informe de Mediodía Noticias, Sandra Borghi habló con las víctimas, quienes contaron el miedo que viven día a día.

El día del ataque

Allori pasó a buscar a su hijo menor aquella tarde, pero todo terminó de la peor manera. El nene, aterrado, le pidió a su mamá quedarse. En ese momento comenzó la discusión.

El agresor comenzó a golpearlo y su hija mayor, de 14 años, y la madre de ambos intercedieron para frenar el ataque. Cuando los chicos pudieron escapar, ingresaron corriendo a la casa, pero Soledad no alcanzó a entrar.

Su agresor la agarró y la golpeó salvajemente contra la pared. “Estoy viva por la interferencia de mi hija, ella me salvó la vida, fue una heroína total”, sostuvo la mujer.

Con las marcas que aún tiene en su rostro y el temor de que todo se repita, Soledad rememoró aquella dramática tarde. “Él me pegaba y decía que me iba a matar”, precisó.

“Lo tenía a mi hijo arrodillado y cuando logré que lo suelte les dije que corran. Ahí me aseguré que entren y cuando voy a querer ingresar, él me empieza a pegar contra la pared hasta que caigo desmayada”, contó la víctima.

Su hija, una adolescente de 14 años, fue quien la salvó. “Ella logró tironearme de los pies con la alfombra, nunca se paralizó, y le tiró un vaso, que con ese mismo vaso él intento cortarle la cara y le cortó la mano porque ella se cubrió”, agregó.

Cuando la joven pudo por fin llevar hasta adentro de la vivienda a su mamá, creyó que estaba muerta. Finalmente, unos vecinos intercedieron.

Las marcas de la violencia machista

Soledad sufre las consecuencias de aquel violento ataque: seis fracturas en la cara por los golpes. “Cuando me entraron a cirugía se dieron cuenta de que la situación era peor. Duró 5 horas, tuve cuatro días de internación y me quedó la mitad de la cara paralizada. Además, tengo problemas en un ojo y un oído”, lamentó.

La mujer sostuvo que Allori siempre fue violento. “En todos los amitos de la violencia: había humillación, violencia económica, y no solo a mi, sino que lamentablemente a mis hijos”, lamentó.

Además, remarcó que tomó la decisión de separarse por el temor que sus hijos le tenían. “El nene en el jardín no hablaba y se hacía encima del miedo”, agregó. “Cuando yo logré sacarlo de mi casa, recién ahí me llamaron del jardín y me dijeron: ‘Le conocimos la voz a tu hijo’”.

Con el historial de agresiones y marcas que hoy lleva consigo, Soledad aseguró: “Tengo terror, no miedo, si llegó a esta instancia de lesionar e intentar matar a su única hija mujer, ¿qué puedo esperar?”.

La causa estaba caratulada como “lesiones leves”. Recién el viernes pasado cambió a “lesiones graves”, pero puede quedar en libertad ya que el 17 de abril se le termina la prisión preventiva.

La hija mayor de la víctima y agresor también detalló en a Sandra Borghi en Mediodía Noticias cómo fue aquella violenta tarde. “Empezaron peleando porque mi papá no lo quería soltar a mi hermano, me intentó agarrar a mí y me arrastró, pero escapamos”.

“Después de eso mi papá la agarró a mi mama y le seguía pegando. Por un microsegundo me quedé congelada viendo esa imagen, no se me borra, verla así a mi mamá, con la cabeza caída y no sabia si estaba muerta”, recordó.

Pero tras ello, rápidamente intentó frenar el ataque. “Lo primero que se me ocurrió fue tirarle el vaso”. El mismo golpeó contra la cabeza del agresor y con los vidrios que se esparcieron por todos lados intentó cortarle la cara a su propia hija. Ella se defendió con las manos y sufrió heridas. “Estaba tan preocupada por mi mamá que no sentí dolor”, resaltó.

“Hoy no tengo sensibilidad en la mano, me duele a veces, y cuando me miro y me acuerdo de todo me da impresión la marca”, detalló.

Hoy, la adolescente teme por su vida. “Tengo mucho miedo todo el tiempo: a que salga, a que llegue, a que mate al policía que esta afuera, porque no creo que le vaya a importar la orden de alejamiento”, se sinceró.

“Tengo miedo de que vaya al colegio, tengo miedo si salga a la calle, lo que le haga a mi mamá, a mi hermanito, a mi tío”, siguió y suplicó: “Que se quede ahí porque no estoy viviendo, tengo miedo de salir al colegio, si ya lo hizo una vez con mi mamá lo puedo hacer tranquilamente porque no le va a importar”.

La menor, precisó, cree que su papá la va a ir a buscar y la va a matar por defender a su mamá. La familia aún no vive en paz.

El detenido podría recuperar la libertad y la denunciante reclama justicia

Luis Allori está detenido en la Comisaría 6ta, de acuerdo a la información que tiene la víctima y que les costó averiguar ya que, consideran, el acusado tiene ayuda de gente de poder.

Además, según contó Soledad, es alcohólico y adicto a las drogas, y tiene antecedentes por lesiones contra otro hombre en diciembre, causa que fue archivada.

También le realizaron cinco sumarios administrativos por problemas con compañeros de trabajo. El 17 de abril vence el plazo de la prisión preventiva y la justicia tiene que decidir si sigue o no detenido.

Fuente: TN