El movimiento promueve los «cuatro no»: no salir con hombres, no tener relaciones heterosexuales, no matrimonio con varones y no hijos.

El Movimiento 4B originado en Corea del Sur está ganando terreno entre mujeres jóvenes de los Estados Unidos después del triunfo de Donald Trump. La tendencia está siendo impulsado por el descontento hacia el acoso en redes sociales, con comentarios como “tu cuerpo, mi elección” o “volvé a la cocina”. 4B se expandió rápidamente en un contexto global donde la división ideológica de géneros parece acentuarse.

En Corea del Sur surgió como un movimiento feminista radical de cuatro principios muy relacionados con el lesbianismo político: no sexo con hombres (bisekseu), no ser madre (bichulsan), no emparejarse con hombres (biyeonae) y no casarse con hombres (bihon). La intención es desafiar las expectativas tradicionales de género y criticar el papel de los varones en el poder.

El término 4B surgió en círculos feministas radicales surcoreanos en Twitter entre 2017 y 2018, después del homicidio de una mujer en 2016 cuyo responsable dijo que lo hizo porque “las mujeres lo habían ignorado” y no fue acusado de delito de odio.

Un rechazo global al patriarcado

El Movimiento 4B encontró eco en mujeres estadounidenses, especialmente tras los retrocesos en derechos reproductivos durante la administración de Donald Trump. Uno de los motivos es el respaldo de Trump a la revocación del acceso al aborto. Estas circunstancias, sumadas al acoso, motivó a mujeres jóvenes a adoptar las propuestas del Movimiento 4B como una forma de protesta.

Entre las prácticas más visibles de las integrantes se encuentra raparse la cabeza, un acto que desafía las normas de feminidad impuestas. Las jóvenes participantes también utilizan plataformas como TikTok para expresar su frustración con un sistema que consideran obsoleto e ineficaz en garantizar derechos fundamentales como la igualdad salarial y la protección contra la violencia de género.

La conexión entre las luchas surcoreanas y estadounidenses

En Corea del Sur, el Movimiento 4B surgió en un contexto donde las mujeres enfrentan presión social para casarse y tener hijos, mientras son relegadas en términos de oportunidades laborales y derechos. Según Chung Hyun-back, ex ministra de Igualdad de Género, el declive de la natalidad en Corea refleja un rechazo consciente de las mujeres a participar en una sociedad que no les ofrece igualdad.

Esta postura se replica en los EE.UU. donde cada vez más mujeres manifiestan: «si el sistema no cambia, no seré parte de él». Para estas militantes, la decisión de no tener hijos o de evitar relaciones con hombres representa un acto de resistencia y una forma de reclamar una sociedad más justa.

El Movimiento 4B no está exento de críticas. Algunos detractores lo consideran extremo y argumentan que fomenta la desconexión entre géneros en lugar de construir soluciones inclusivas. Sin embargo, sus defensoras sostienen que es una respuesta necesaria para enfrentar problemas sistémicos ignorados desde siempre.