El papa conmemoró el aniversario de la Operación Reinhardt que provocó la muerte de dos millones de personas en la II Guerra Mundial. “No debemos dejar que nuestro corazón y nuestra mente se anestesien ante la repetición de estos graves horrores”, pidió
El papa Francisco aseguró este miércoles que “la historia se repite” en Ucrania al recordar el aniversario de la llamada “operación Reinhard”, el nombre en clave del plan secreto que los nazis pusieron en marcha en la Segunda Guerra Mundial para exterminar a los judíos polacos.
“El lunes pasado, el centro de Relaciones Católico-Judías de la Universidad Católica de Lublin conmemoró el aniversario de la ‘Operación Reinhardt’, que provocó el exterminio de casi dos millones de víctimas, en su mayoría de origen judío, durante la Segunda Guerra Mundial. Que el recuerdo de este horrible suceso inspire en todos intenciones y acciones en favor de la paz”, dijo durante la audiencia general.
Y después, durante el saludo a los fieles polacos, Francisco añadió: “La historia se repite, se repite, vemos lo que está sucediendo ahora en Ucrania”.
El pontífice concluyó la audiencia pidiendo a la Virgen de la Inmaculada, cuya festividad se celebra mañana, que “dé consuelo a todos los afectados por la brutalidad de la guerra” y “especialmente por la martirizada Ucrania”, además de instar a los fieles a rezar por el pueblo ucraniano “mártir” y “que está sufriendo tanto”.
En el prólogo de un libro que acaba de publicarse con sus llamamientos para la paz en Ucrania, el pontífice anima “a seguir rezando con insistencia por la paz en Ucrania, de verdad sin cansarnos, no debemos acostumbrarnos a esta guerra como a cualquier otra”. “No debemos dejar que nuestro corazón y nuestra mente se anestesien ante la repetición de estos graves horrores contra Dios y contra el hombre. No debemos, por ningún motivo en el mundo, acostumbrarnos a todo esto, dando casi por sentada esta tercera guerra mundial fragmentada que se ha convertido dramáticamente, ante nuestros propios ojos, en una tercera guerra mundial total”, agrega.
Las acusaciones de Rusia sobre un genocidio se repiten con el paso de los meses desde el inicio de la invasión. El Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de investigación con sede en Washington, dice que las autoridades rusas están llevando a cabo una campaña deliberada de despoblación en partes ocupadas de Ucrania y deportando a niños bajo el pretexto de que se trata de programas de rehabilitación médica y adopción.
A su vez, en las últimas semanas, ha apuntado contra la infraestructura energética para dejar a la población civil desamparada ante la llegada del crudo invierno. Los ataques contra las instalaciones energéticas de Ucrania están creando “nuevas necesidades” para la población, advirtió el martes el director de la agencia humanitaria de la ONU, que teme más desplazamientos de personas sin calefacción en pleno invierno.
“Desde octubre, los ataques sostenidos a las infraestructuras energéticas de Ucrania han creado un nuevo nivel de necesidad que afecta a todo el país y agrava las necesidades causadas por la guerra”, declaró Martin Griffiths ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
En esa línea, Rusia “utiliza ahora el invierno como arma de guerra”, declaró el embajador francés ante la ONU, Nicolás de Rivière. “Tenemos que aguantar”, dijo el gobernador de la región sureña de Mikolaiv, Vitaliy Kim. Varias veces al día los ucranianos se quedan sin electricidad y calefacción, lo que es difícil de soportar ya que las temperaturas son negativas desde hace unos días.