
El sueño de Tucumán Central de llegar a la final de la Liga Tucumana de Fútbol terminó opacado por una jornada de violencia, insultos y acusaciones. El conjunto capitalino venció 1-0 a Graneros, pero el resultado deportivo quedó en segundo plano tras los graves incidentes que estallaron dentro del estadio de Ciudadela.
Según testigos, al finalizar el encuentro se desató una pelea generalizada entre jugadores, allegados y miembros del cuerpo arbitral. La terna encabezada por Jorge Sosa fue señalada por los futbolistas y dirigentes de Graneros de haber favorecido al equipo capitalino, lo que desató una batalla campal en pleno campo de juego.
En medio del caos, los árbitros intentaron defenderse de las agresiones con golpes de puño y hasta con un banderín, mientras la policía intervenía para controlar la situación. Las imágenes se viralizaron rápidamente y reavivaron las críticas sobre la falta de control en los torneos locales.
Con la victoria, Tucumán Central selló su pase a la final, aunque el logro deportivo quedó empañado por la controversia. No es la primera vez que el equipo de Villa Alem se ve envuelto en polémicas: en cuartos de final, su partido frente a Ateneo Parroquial Alderetes también estuvo rodeado de acusaciones por decisiones arbitrales.
La intendenta de Graneros, furiosa con la Liga
Mientras se jugaba la semifinal, Raquel Graneros, intendenta de la ciudad homónima, lanzó un duro mensaje en redes sociales. “Los partidos se ganan en la cancha, no detrás de un escritorio”, escribió en su cuenta, apuntando directamente contra la Liga Tucumana de Fútbol.
La funcionaria calificó de “alevosas” las injusticias sufridas por el club de su localidad y pidió que el fútbol tucumano no se convierta en una “mafia”. Más tarde, compartió en sus historias de Instagram mensajes de apoyo y repudio por los lamentables hechos de violencia ocurridos en Ciudadela.
