Devota de San Expedito, alcanzó la masividad en los ciclos de Tinelli y Lanata, al tiempo que en teatro construía una base sólida de seguidores; esta semana volvió a Mar del Plata y se animó a imitar al primer mandatario

Fátima Florez, quien alcanzó la masividad imitando a Cristina Kirchner en los programas de Jorge Lanata y Marcelo Tinelli, fue esta semana una de las protagonistas del arranque de la temporada teatral 2023/24 en Mar del Plata. Conoce el terreno. La última vez que estuvo en esa ciudad que dice ser la capital nacional del pulóver y que, para todos, es la capital del teatro de verano, fue con Fátima es camaleónica. En aquella oportunidad, hace dos años, la dirigió Norberto Marcos, su exmarido, que fue quien le aconsejó usar como nombre artístico Fátima por la devoción de su expareja por la virgen.

En aquella obra sacaba a pasear sus versiones de Susana Giménez, Vicky Xipolitakis, Charlotte Caniggia, Iliana Calabro, Graciela Alfano, Elisa Carrió, María Eugenia Vidal y Moria Casán (algo que no volverá a suceder debido a los reclamos varios de la actriz de Brujas). La temporada de la camaleónica actriz había comenzado un tanto accidentada porque eran tiempos en los que todavía había que lidiar con el Covid. De hecho, ella misma tuvo que suspender funciones por contagio hasta que salió a pasear por la Rambla para promocionar esa propuesta que fue una de las que lideró el ranking de espectadores.

Al año siguiente, la actriz nacida en Olivos, justamente en donde está la Quinta presidencial, apostó por hacer teatro durante el verano en Villa Carlos Paz. Otro paraje conocido para ella que, a lo largo de su carrera, ya se alzó con dos Premios Carlos de Oro, el galardón que se entrega en la villa serrana del reloj cucú, y un Estrella de Mar de Oro, el de las ciudad de los pulóveres, los alfajores y del teatro de verano.

Cuenta la historia narrada en este mismo diario que una profesora con alergia a la tiza le sirvió de inspiración para indagar en el mundo de las imitaciones. Pasó horas de estar frente al espejo aprendiendo a apropiarse de sus gestos, sus modismos, los ecos de su alergia. Así empezó con el juego de las imitaciones hasta que luego de una visita al santo de las causas urgentes, San Expedito, se hizo la luz: la llamó Gerardo Sofovich. Y, a partir de ahí, más focos de luz y más cámaras: la convocatoria de Tinelli para sumarse a ShowMatch y su posterior paso por PPT, el programa de Lanata. En esa temporada de 2013 se alzó con un Martín Fierro. Cuando recibió la estatuilla le agradeció a Dios, a San Expedito y a su marido. Observando a la platea llena de famosos, aquella noche dijo: “Siempre los miré desde casa y hoy me toca imitarlos a todos”.

Mientras hacía temporada en Carlos Paz, en un reportaje del diario Perfil se le consultó cómo reaccionaba el público frente a los diferentes estímulos que ofrece el show. Fiel a su estilo, no se anduvo con vueltas: “Hay carcajadas tanto con los personajes políticos como con los personajes de la farándula. Yo creo que, desde hace un tiempo, está mezclada la farándula con la política, con lo cual termina siendo todo un gran circo”. Y, según consignaba el medio, se rió luego de sus propios dichos.