El actor sostuvo que todos hicieron hasta lo imposible para que María Elena Fuseneco estuviera en la obra de teatro, pero las pretensiones de la actriz desataron el caos.

Guillermo Francella volvió a saborear el éxito de Casados con hijos a 18 años de su estreno. Después de varias negociaciones, los Argento desembarcaron en la calle Corrientes durante el verano, aunque con una gran ausente: Érica Rivas. En aquel entonces, la actriz sostuvo que la habían bajado del proyecto por “feminazi”, pero ahora el actor contó la verdad en una entrevista.

Luego de 93 funciones a sala llena en el Gran Rex, el artista que le dio vida a Pepe señaló que su colega tenía muchas exigencias para volver a interpretar a María Elena Fuseneco. “Me preguntó de qué nos íbamos a reír. Le dije que de los 18 años que tenía el programa en el aire. Ella sostenía que quería otro Casados con hijos, con autoras mujeres que entiendan el universo, lo que está pasando. Pero eso no es lo que queríamos nosotros ni Telefe, ni Gustavo Yankelevich. Tampoco la gente. No podíamos darles otra cosa”, aseguró en Caja Negra (Filo News).

Acto seguido, indicó que él le propuso que su personaje fuera aún más feminista que en 2005, cuando debutaron en pantalla. Él también deseaba ser más machista para hacerle la contra durante el espectáculo, pero Érica se negó. “No hubo manera. Lo hablaron todos con ella. Le dije que no se coma un pan amargo ni me lo hiciera comer a mí. Estaba muy tomada con este tema, entonces le dijimos que así no se podía”, concluyó. El lugar que Rivas dejó vacante lo ocupó Jorgelina Aruzzi, que interpretó a Azucena, la nueva pareja de Dardo.

En una de las últimas entrevistas que dio, Rivas tuvo un fuerte sincericidio sobre su desvinculación de Casados con hijos. “Me echaron por romper las pelotas”, disparó. También acusó al director de tratarla de feminazi por pedir algunas modificaciones en los libretos, ya que los consideraba machistas.

“Como mujer, como actriz, como feminista, para mí era re importante. Lo que pasa es que no voy a hacer cualquier cosa, pero bueno. Me sigue doliendo lo que hicieron ellos. Me duele, fue feo. Me echaron porque soy un grano en el orto. Me echaron por ser feminista, que para ellos era ser hinchapelotas. De hecho me decían ‘no seas pan amargo’. Porque era la hinchapelotas que les marcaba cosas”, dijo en Caja Negra.

Por último, dio algunos detalles de las frases incómodas que se encontró en el guion: “No entiendo cómo a esta altura de la historia vamos a seguir riéndonos de los bigotes de una mujer. O más bien, te podrías reír pero ese no puede ser el remate del chiste porque ya no es gracioso”.