
Jeff Bezos no se casó. Hizo historia. El fundador de Amazon y Lauren Sánchez decidieron convertir su amor en espectáculo global. Alquilaron Venecia por tres días, bloquearon hoteles, iglesias, museos y calles. No es metáfora: gastaron 60 millones de dólares para decir “sí”.
Del otro lado del romanticismo, explotó la polémica. Mientras los invitados desfilan con glamour, los venecianos llenan la ciudad de pintadas: “No hay espacio para Bezos”, dice una, con ironía espacial. El fastidio crece, pero también la facturación. Solo con jets privados, la ciudad recauda 140 millones de euros. Y hay más.
Cada invitado cuesta 50.000 dólares. Hay 200. Hacé la cuenta. Estarán Shakira, DiCaprio, Gaga, Clooney, Bill Gates y hasta Mick Jagger. Hoteles como el Aman Venice y el Gritti Palace cotizan habitaciones a medio millón por noche. Nadie quiere perderse este show.
La ceremonia y pormenores se mantuvieron en secreto. Se barajó el uso del yate Koru, de 500 millones de dólares, pero no entraba por los puentes de la ciudad. Finalmente, el Palacio de San Giorgio fue el lugar elegido. El resto, silencio absoluto.
Mientras tanto, el municipio sonríe. En solo cuatro días, Venecia embolsó más de 1.000 millones de dólares. Iglesias cerradas, museos vacíos, turistas reprogramando viajes. Pero las arcas se llenan. No hubo regalos para la pareja, solo donaciones millonarias… a la ciudad.