A pesar de tener un contrato por dos años, el exparticipante del reality reveló que no le llegó ninguna propuesta laboral en los medios. Ahora, trabaja 14 horas diarias para sobrevivir

El pasado 27 de marzo finalizó Gran Hermano, dejando a muchos de sus exparticipantes bien posicionados en el medio televisivo y a otros no tanto. El segundo caso corresponde a la experiencia de Juan Reverdito, quien luego de resultar eliminado a la cuarta semana de iniciado el certamen de Telefe, salió de la casa más famosa del país y debió volver a manejar su taxi, tal como hacía antes de ingresar al reality show.

Lo esperable luego de un show con semejante trascendencia, es que la vida de los jugadores dé un profundo vuelco para bien. Pero este no fue el caso del taxista que no dudó en culpar a la producción del ciclo por su mala situación económica: “Hoy no hay nada vinculado a ellos que me genere ingresos. En tres meses nunca me tiraron un centro y lo poco que hice fue para mí. Si no te llaman es muy difícil que te conozcan. Yo vivo día a día. Algunos chicos hicieron publicidades por 700, 800 lucas. Yo cero”, reveló en diálogo con Mañanísima, el programa que conduce Carmen Barbieri.

Además, el exconcursante del certamen de convivencia detalló que trabaja 14 horas por día para poder solventarse, a pesar de tener contrato por dos años con la producción del reality. “Estoy complicado y poniéndole el pecho a todo esto. No estoy bien. La calle está difícil y el auto que yo tengo es mitad mío y mitad de mi ex, y le tengo que dar la mitad de lo que gano a ella”, lamentó.

Sin ninguna propuesta laboral en el horizonte, Reverdito continuó: “Con el taxi hago 13 lucas, pero de ahí le saco 5 mil de nafta porque mi auto no es a gas, más la comida y rezar que no se rompa nada”, agregó.

Por supuesto, responsabilizó de esta situación a la producción del programa recientemente finalizado por no haberle acercado ningún tipo de propuesta y volvió a denunciar “acomodos”, en relación a algunos de sus compañeros que han tenido un mejor pasar por las pantallas.

Esperanzado con que Marcelo Tinelli lo convoque para su programa, el tachero lanzó un mensaje para la producción del conductor que acaba de llegar a América: “Sé que es difícil, pero me gustaría tener la suerte de ir al Bailando porque sería una revancha personal para mí”.

Tras su salida de la casa, Reverdito se había referido a cómo vivió su eliminación del programa: “Yo hubiera querido estar todos los meses que dure (el reality), me fui muy temprano. Pero me equivoqué. Y acá estoy. Jugué horrible. Y afuera dimos vuelta la imagen que dimos, porque es un juego. Pero sí, tengo bronca porque me veo lo que fui y me equivoqué. Me quiero morir pero ya está, no se puede volver el tiempo atrás”.

“Creo que sacaron a los participantes más picantes o que le daban más jugo al juego. Pero la gente claramente quiere ver otro tipo de juego, que no es el nuestro. A mi me divertían otras cosas, la verdad”, analizó Martina por su parte. Y a la hora de justificar su modo de juego, Juan agregó: “Me basé en los Gran Hermano anteriores, que a la gente les gustaba el choque. Fuimos por un camino que obviamente empezamos a salir uno a uno. Y bueno, ya está”.