Argentina dio un paso histórico en la lucha contra el cáncer de piel con la puesta en marcha de Vaccimel, la primera vacuna terapéutica nacional destinada al tratamiento del melanoma cutáneo, uno de los tumores de mayor agresividad. El desarrollo, fruto de más de tres décadas de investigación científica local, marca un avance significativo en el campo de la inmunoterapia oncológica.

La innovación fue liderada por el doctor José Mordoh, investigador superior del Conicet y referente del Laboratorio de Cancerología de la Fundación Instituto Leloir, junto a un equipo multidisciplinario que logró trasladar los hallazgos de laboratorio a la práctica clínica.

Inicio de la aplicación en el país

Según informó el Laboratorio Pablo Cassará, encargado de la producción y comercialización, el Hospital de Oncología María Curie de la Ciudad de Buenos Aires será el primer centro en aplicar la vacuna. Está indicada para pacientes con melanoma cutáneo en estadios IIB, IIC y IIIA, es decir, fases tempranas con riesgo intermedio o alto de recaída.

El laboratorio también mantiene conversaciones con centros del interior del país para ampliar la formación profesional y la disponibilidad del tratamiento.

La vacuna, aprobada por la ANMAT en 2021, se administra exclusivamente bajo prescripción médica oncológica y en centros especializados. No está disponible en farmacias ni para uso ambulatorio general.

Una terapia adyuvante para pacientes de alto riesgo

La doctora Ana Clara Acosta, jefa de Dermatología Oncológica del Hospital Ramos Mejía, destacó que Vaccimel “está indicada como tratamiento adyuvante en pacientes de alto riesgo”, es decir, personas ya operadas del tumor primario que presentan características clínicas y patológicas que aumentan la probabilidad de recaída.

Tres décadas de investigación local

El proyecto comenzó a fines de los años 80, cuando Mordoh decidió orientar sus investigaciones al melanoma, un cáncer de difícil tratamiento en etapas avanzadas. El desarrollo contó con la colaboración del Instituto Leloir, el Instituto Alexander Fleming, el Hospital María Curie y el apoyo de la Fundación Sales.

En 2021, tras rigurosos ensayos clínicos y el perfeccionamiento del esquema de dosis, ANMAT otorgó la autorización que permitió transferir la tecnología al Laboratorio Cassará.

Cómo actúa Vaccimel

A diferencia de las vacunas preventivas tradicionales, Vaccimel es terapéutica. Está diseñada para pacientes ya diagnosticados y operados de melanoma temprano.

“Lo que hacemos es aportar antígenos para que el sistema inmune identifique y elimine células tumorales residuales”, explicó Mordoh.

La vacuna emplea una estrategia poli-antigénica que busca generar una respuesta inmune robusta y reducir la posibilidad de resistencia tumoral. El objetivo es activar y entrenar a los linfocitos T, responsables de detectar y destruir las micrometástasis.

El esquema contempla 13 aplicaciones distribuidas en dos años, con mayor frecuencia al inicio para activar la respuesta inmune y un espaciado posterior para sostenerla. El tratamiento es ambulatorio y no requiere internación.

En los estudios clínicos, la terapia demostró una eficacia cercana al 70% de curación en pacientes operados en estadios tempranos, con menos efectos adversos que los tratamientos previos como el interferón y sin abandonos por toxicidad.

El rol de Argentina en terapias celulares

Jorge Cassará, director del laboratorio productor, destacó que Vaccimel se inscribe en el desarrollo nacional de terapias celulares, un campo en el que Argentina ya cuenta con trayectoria.

El laboratorio trabaja desde hace dos décadas en el cultivo de tejidos y la expansión celular, y avanza hacia técnicas que incorporan modificación genética, similares a las terapias CAR-T, utilizadas en algunos cánceres hematológicos y recientemente aprobadas para tumores sólidos en Estados Unidos.

Prevención y detección temprana del melanoma

El melanoma puede aparecer en cualquier zona del cuerpo, incluso en áreas sin exposición solar. Para su detección precoz se recomienda utilizar la regla ABCDE:

  • Asimetría
  • Bordes irregulares
  • Color variado
  • Diámetro mayor a 6 mm
  • Evolución del lunar o lesión

La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo prevenible. Otros factores incluyen antecedentes familiares, piel clara, inmunosupresión y presencia de numerosos lunares. La detección temprana es clave, ya que la extirpación del tumor antes de la metástasis ofrece grandes probabilidades de cura.