La artista pasó la última mañana del año junto a dos amigos en una playa desierta, alejada de las miradas indiscretas

Este no fue un año más para Lali Espósito. El corolario fue haber entonado en Himno Nacional en la final del Mundial de Qatar que terminó consagrando a la selección argentina como la campeona del mundo, pero en los meses previos, la actriz y cantante fue consolidándose como una de las figuras más convocantes y convocadas del país.

Por segundo año consecutivo, Lali se llevó todas las miradas en su rol de coach de La Voz Argentina. Y, a fuerza de insistencia y un fandom aguerrido que la sigue hacia donde ella quiere ir, demostró que su viraje al pop más clásico no era un capricho: la trilogía “N5″, “2 son 3″ y “Disciplina” se convirtieron en una declaración de principios de la artista y treparon a las primeras posiciones de los temas más escuchados. Con su gira Disciplina Tour, llenó dos veces el Luna Park y tres el Movistar Arena y ya anunció su próximo paso: en marzo se presentará en el Estadio de Vélez Sársfield. Además, en noviembre se estrenó en Prime Video la serie El fin del amor, que la tiene como protagonista.

Tras un año de tantos proyectos concretados, Lali se merecía un descanso. Quizá por eso, decidió, como muchos otros famosos argentinos, viajar hasta Punta del Este para despedir allí el año y comenzar a transitar los primeros días de 2023.

Según informan desde la ciudad uruguaya, la artista suele pasar las mañanas y las tardes disfrutando de la piscina de la chacra de Manantiales en la que se aloja junto a un grupo de amigos.

Sin embargo, la última mañana del año, Lali decidió bajar a la playa. No eligió ninguno de los balnearios que suelen escoger las celebridades argentinas, sino una playa desierta y alejada.

Allí, alejada de las miradas indiscretas, se instaló junto a dos amigos a orillas del mar y disfrutó de una larga ronda de mates, charlas y risas cómplices.