La cantante, que cumple 39 años, tiene vigentes dos juicios cuyos orígenes suenan bastante a risa. En uno de ellos está también involucrado su pareja, el actor Orlando Bloom
Nació el 25 de octubre de 1984 en California con el nombre de Katheryn Elizabeth Hudson, pero eligió darse a conocer en la industria musical como Katy Perry. Sin embargo, no imaginaba entonces que esa decisión artística la llevaría a afrontar una de sus batallas judiciales más duras.
Todo comenzó en 2008, cuando Katie Jane Taylor, diseñadora de moda y dueña de una pequeño local de ropa en Australia, registró su marca Katie Perry, que es su nombre de nacimiento. Ella no conocía a la estrella de pop, por lo que se llevó una gran sorpresa cuando recibió una carta documento de los abogados de la artista para que dejara de comercializar indumentaria con ese nombre.
“Me sentí humillada, insultada y sorprendida”, recordó. Lejos de abandonar su negocio, quiso avanzar con el proceso judicial, pero fue entonces que la cantante estadounidense declinó de continuar con la medida. No obstante, ese no fue el final de la disputa.
En 2019, fue la diseñadora quien denunció a Katy Perry. En específico, alegó que la compositora había ignorado su marca registrada y había vendido la indumentaria de su merchandising “Katy Perry” a clientes australianos durante sus giras en ese país, en 2014 y 2018, a través de sitios web.
Finalmente, la jueza federal australiana Brigitte Markovic falló a favor de la diseñadora, que calificó el veredicto como “una victoria de David contra Goliat” para las pequeñas empresas. No obstante, la jueza consideró que Katy Perry actuó de “buena fe”, por lo que no le impuso ninguna compensación, aunque sí ordenó que su empresa Kitty Purry pague una indemnización. “Esta es la historia de dos mujeres, dos sueños de adolescente y un nombre”, resumió Markovic.
Lejos de terminar terminar allí, el conflicto sumó un nuevo capítulo: los abogados de la cantante, lejos de quedar conformes con el fallo, presentaron una apelación. Por eso, se estima que el caso regrese a la corte a finales de 2023. “Mi marca es mi futuro, mi sueño, mi medio de vida. Y ahora existe la posibilidad de que me la quiten”, lamentó Taylor, que deberá volver a la lucha judicial para defender su negocio.
Katy Perry: la batalla judicial por su mansión
Katy Perry y Orlando Bloom firmaron el 14 de julio de 2020 un acuerdo para comprar una mansión en Montecito, California, por unos 15 millones de dólares. En ese entonces, no imaginaron que eso desencadenaría una batalla legal de más de tres años.
El problema es que Carl Westcott, un veterano del ejército de 84 años que les vendió la propiedad, afirma ahora que, al momento de la transacción inmobiliaria, “carecía de la capacidad mental para comprender la naturaleza y las consecuencias del contrato”.
En específico, el hombre alegó que, debido a su enfermedad de Huntington y a una larga operación de espalda que se había realizado una semana antes de firmar la venta de la vivienda, tenía entonces “gravemente afectadas sus facultades mentales”. Por eso, intentó anular el contrato, pero la pareja de Hollywood lejos está de querer desprenderse de la mansión.
El juicio comenzó hace unas semanas, a principios de octubre de 2023. El abogado de Wescott, Andrew Thomas, asegura que su cliente fue “engañado” al vender su casa, ya que se estaba recuperando del “delirio postoperatorio” y que tomaba analgésicos, hidrocodona, gabapentina y tramadol. En tanto, la defensa de Perry y Bloom argumenta que, según el diagnóstico médico, sus capacidades mentales no estaban afectadas.