La gran diva de la televisión, quien eligió un vestido rosa con cristales y pétalos para la última mesaza del año, incomodó al dirigente sindical luego de un comentario incisivo del exdiputado

Con emoción, con sus clásicas preguntas sin vueltas y un look de lujo, Mirtha Legrand despidió el 2023 en la pantalla de eltrece. La gran diva de la televisión, enfundada en un vestido rosa plagado de plumas y brillos, habló de las inesperadas repercusiones que tuvo el programa del sábado pasado, cuando sentó en su mesa al flamante presidente de la Nación, Javier Milei; incomodó a Facundo Moyano en algunos mano a mano y terminó el programa sin hablar de su futuro en televisión, pero con buenos deseos para todos.

“Yo soy mundial”

El programa comenzó, como todo este año, con Mirtha parada junto a su escritorio y una ovación de quienes se encontraban en el estudio. “Están todos contratados”, bromeó la conductora, entre risas. “Vamos a comenzar con estos legendarios sábados porque, señores, yo soy una leyenda. Y la leyenda continúa”, siguió, y pasó de inmediato a mostrar su look, un outfit de lujo a la altura de la despedida del año.

“Miren qué belleza, qué vestido divino”, celebró. Mirtha eligió para la ocasión un vestido de mangas largas rosa bordado en palletes y adornado con cristales y pétalos. “Es una obra de arte de Claudio Cosano”, completó la información. La Chiqui completó el outfit con anillos, pulseras y aros a tono.

Ya sentada en su escritorio, Legrand compartió su asombro por las repercusiones que tuvo su último programa, en el que estuvo como invitado Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Yo hace muchos años que hago televisión, muchísimos, pero pocas veces he recibido tanto cariño, tantos elogios, tantos comentarios favorables como esta vez”, reveló. “Desde Europa, Estados Unidos, España, Francia… ¡Pero yo soy mundial, chicos!”, celebró entusiasmada.

Emocionada, Mirtha ensayó alguna explicación sobre el impacto de su programa. “Estoy impresionada. No paraba de atender los teléfonos, el WhatsApp. Yo no sé qué ha pasado. ¿Qué pasó? ¿Fue la última frase que dije? Todo el mundo me dice “vos la tenías pensada”. No. Muchas veces pensaba en esto que dije, que si me fuera de este mundo me gustaría que el país estuviera floreciente”, reveló. “Me salió del alma, y el Presidente se emocionó también”, cerró.

“Decime, Facundo”

Sin mucho preámbulo, en un momento de la noche Mirtha Legrand encaró al exdiputado. Luego de un breve silencio, lo interpeló con la mirada y disparó. “Decime, Facundo, ¿vos saliste con una amiga mía famosa alguna vez?”. Luego de las risas de la conductora, Moyano agarró el teléfono, buscó entre sus charlas recientes y cometió una infidencia: leyó al aire el ida y vuelta que tuvo con Susana Giménez antes de que comenzara el programa. “Recién estaba hablando y me dice ‘¿quiénes están? ¿Te pusiste corbata?’”, reaccionó Moyano. “¿Quién?”, preguntó la Chiqui. “Tu amiga y mi amiga”, respondió. “Le mando un beso, nos debe estar viendo. Está en Uruguay”, saludó Legrand, y el dirigente se sumó al saludo. “Le mando un beso a Susana”, blanqueó.

Más tarde, Moyano confesó que fue la propia diva quien lo habilitó a mandar saludos al aire y se metió en un problema con un comentario incisivo. “Por eso no aplaudí cuando dijeron ´Mirtha, la número uno´, porque para mí la número uno es Susana”. Ante la mirada fija de la Chiqui, el político sintió la necesidad de explicarse. “Pero por una cuestión personal, eh”. “¿Susana es la número uno? ¿Y yo qué número soy?”, insistió Legrand. “Están las dos ahí”, intentó salir del paso el invitado. “Tal vez usted más, por la trayectoria, pero es subjetiva mi opinión”, agregó. “Por edad yo debiera ser la número uno”, cerró Mirtha. “Obvio, y ella lo reconoce”, le dio la derecha Moyano.

Llegado el momento del brindis final, Legrand evitó hablar de su futuro en la televisión, previsto según confirmó su nieto y productor, Nacho Viale, para la tercera semana de enero. En cambio, pidió por la unidad de los argentinos. “Yo pido que todos los argentinos nos unamos. Que nos queramos un poco más. Que el que opina distinto no es un enemigo. Señores, por nuestro país, por la Argentina”, se despidió.