La mujer cobraba honorarios por adelantado por iniciar acciones legales, que no estaba habilitada a realizar. Sucedió en el sur de la provincia.

Tres hombres denunciaron en una dependencia policial, que habían trabajado durante ocho meses en la metalúrgica de un ingenio, pero que no les pagaron el sueldo en tiempo y forma, luego la empresa se fue a la quiebra y les quedaron debiendo $5.000.000. En agosto del año pasado, uno de los estafados fue a buscar a su madre a su lugar de trabajo, donde se contactó con una señora que le comentó que conocía a un abogado y lo podía ayudar con su situación.

Pasado unos días, se reunieron en la casa de la supuesta abogada, donde la misma les aseguró que iban a cobrar lo que el ingenio les adeudaba, a cambio de unos honorarios por adelantado. La mujer, para hacer que la situación sea más creíble, exhibió acuerdos con sellos y firmas asentando su matrícula profesional.

Las víctimas tomaron conocimiento de que la estafadora había sido «escrachada» en redes sociales, ya que se hacía pasar como abogada. Por tal motivo, uniformados de la policía llevaron a cabo investigaciones, además, con las pruebas recabadas, solicitaron a la justicia una medida de allanamiento en un domicilio de Pueyrredón al 1700.

Cuando llegaron a la vivienda a realizar la pesquisa, encontraron un celular, un CPU, una computadora, dos cheques de $75.000, dos memorias externas, un gran número de documentaciones, talonarios de recibos, formularios de autorización con el logo de balanza de justicia y tarjetas de SIM para teléfonos celulares, elementos que fueron secuestrados.

El resultado de la medida fue notificado a la Unidad Fiscal de Investigación Especializada en Delitos Complejos del Centro Judicial Concepción, desde allí, ordenaron el secuestro de lo encontrado.