Durante el fin de semana, la cadena de supermercados Vea, perteneciente al grupo chileno Cencosud, concretó el cierre de tres de sus locales en la provincia de Tucumán, en el marco de un proceso de reducción de operaciones que también afecta a otras provincias del país.

El sábado pasado fue el último día de atención del supermercado ubicado en calle Córdoba, en San Miguel de Tucumán, mientras que este lunes dejaron de funcionar las sucursales de avenida Colón y de Tafí Viejo. Según fuentes del sector, las medidas implicaron la desvinculación de más de un centenar de trabajadores.

Los empleados afectados denunciaron que la empresa no respetó los acuerdos previos de reubicación del personal ni ofreció alternativas de retiro voluntario, por lo que los despidos se concretaron de manera directa.

El caso se enmarca en un escenario complejo para el sector supermercadista argentino, atravesado por la caída del consumo, la reducción de márgenes de rentabilidad y la reestructuración de formatos comerciales.

El cierre de estas sucursales no solo impacta en los trabajadores, sino también en los proveedores locales, en la actividad comercial de las zonas afectadas y en la disponibilidad de productos para los vecinos, que pierden opciones de compra cercanas.

Desde el ámbito sindical se solicitó la intervención de las autoridades provinciales para asistir a los empleados despedidos y buscar alternativas de reubicación o compensación.

Hasta el momento, Cencosud no emitió un comunicado oficial que explique los motivos de las clausuras ni las medidas adoptadas respecto del personal cesante.

El episodio reaviva el debate sobre la sostenibilidad del modelo supermercadista tradicional en ciudades medianas y la necesidad de políticas públicas que acompañen los procesos de reconversión laboral en el sector.