En medio de la polémica por la millonaria colecta para Independiente, el influencer quedó envuelto en un escándalo del pasado

Desde hace semanas, Santiago Maratea está en el ojo de la tormenta. Su imagen de “el chico de las campañas solidarias” fue puesta en jaque tras su colecta para conseguir 20 millones de dólares para saldar la deuda de Independiente. El detalle fue que se quedaría con un 5% de ese total, algo que si bien algunos entendieron, otros criticaron. Pero, en las últimas horas, se viralizó en las redes sociales el fragmento de una entrevista que dio en 2022, donde reconoció que le robaba a sus compañeros del colegio y le llovieron las críticas.

El influencer pasó a ser reconocido por sus colectas para ayudar a personas que necesitaban, por ejemplo, algún costoso medicamento como fue el caso de Emmita. Sin embargo, su decisión de lanzarse a recolectar dinero para ayudar El Rojo fue duramente cuestionada, primordialmente, por no haber dicho de antemano que un 5% de ese total sería para él, por actuar como fiduciario (persona designada para administrar el dinero o bienes de otro). Ahora, en paralelo, la Inspección General de Justicia (IGJ) determinó que el fideicomiso de Santiago Maratea es irregular.

Al mismo tiempo, y si bien él no duda en responder a las críticas en su contra, se le sumó una nueva polémica, donde lo acusaron públicamente de “ladrón”. En las redes sociales se viralizó un fragmento de una entrevista que dio el influencer en Perros de la calle (Urbana Play) en julio de 2022. La cuenta que lo subió tuiteó: “Los excompañeros de Maratea lo escracharon porque vivía robándoles plata. A este le confiaron millones de pesos. Manotea: origins”. Incluso el propio Maratea lo compartió y sostuvo: “100% real no fake”. Con esto se refería a que los dichos eran verdaderos.

El video de TikTok que se viralizó fue de una conversación telefónica que tuvo Santiago al aire con una excompañera del colegio llamada Sofi T. Minutos antes, él contó que ella era una de las que le tiraba “mala onda”: “Un día se pone a vender pastelería. No me acuerdo como ahora, hice un laburo muy fino, de un día va a faltar un brownie, otro día otro, otro día va a faltar plata… Se iba a empezar a instalar que había un ladrón de brownies. Nadie va a sospechar del freak que lee la Biblia. Y un día le tengo que haber sacado todo, corta”.

Santiago reconoció que no quería el dinero, sino “caos” y que no pudieran culparlo. Tras reconocer que le robó todos los brownies a su compañera, se dio la llamada telefónica. “Esto pasó hace 12 años, nadie le dijo: ‘Estás con la iglesia, sos raro’. Él entró y se puso a un costado. Era un grupo armado y es medio difícil entrar a un grupo así. No es que lo tomamos como punto, era una época que si querías involucrar te involucrabas”, sostuvo la joven, luego de que le dieron la oportunidad de decirle lo que quisiera a Maratea.

Precisamente, el fragmento que se viralizó en Twitter fue en el cual ella dijo que no tenía de qué perdonarlo, pero fue contundente respecto a sus pensamientos: “Nunca lo traté mal. Él decía: ‘Tienen todas las pruebas menos la principal’. Se hacía el chistoso, me sacaba un brownie, a uno le sacó la lapicera. Cuando empezó con que faltaba plata, nos dio por las pelo*as. Éramos un grupo de 25 y nunca había pasado nada”.

Fue entonces cuando Sofi T contó la estrategia que idearon para pescar al ladrón: “Agarramos un día, marcamos un billete, lo dejamos adentro de una bolsa, volvimos del recreo, no estaba y estaba adentro de la billetera de él. Entonces, la prueba estaba y la persona también”. Contó que notificaron a las personas pertinentes y que Maratea se justificó diciendo que era un chiste y que él los había visto preparar todo.

Si bien aseguró que no estaba enojada, la mujer cuestionó el accionar de su excompañero aun una década después, para dejarle en claro que lo que hizo no estaba bien. “Era un colegio que te ayudaba. Creo que en un momento él tuvo un problema anterior a esto y el colegio estuvo atrás, a ver qué le pasaba porque no iba, los profesores se involucraron porque querían verlo bien”, señaló.

Por otra parte, tras escucharla, Maratea, que hasta el momento había limitado la interacción y solo sonreía, la interrumpió desde el estudio y dio su versión: “Yo no iba a pedir ayuda al colegio porque mi personalidad es que yo no necesito que nadie me ayude, todos arderán fuego. Esa era mi mentalidad en ese momento”.