El humorista rosarino, que hoy cumple 58 años, hacía humor y, sobre todo, cámaras ocultas en el centro de la ciudad.
Nació en Rosario el 11 de septiembre de 1965. Su currículum vitae dice que es humorista, actor, cantante, compositor y presentador de TV. Desde hace tiempo también es “el padre de Migue”, su hijo mediático y talentoso. Se trata de Pablo Granados, hijo único, que sin embargo encontró en Pachu Peña a un hermano de la vida. Juntos, antes de ser la dupla de Videomatch, hacían un programa cuando se conocieron en la ciudad de ambos.
“Me acuerdo perfecto la primera vez que vi a Pachu. Siempre fue fachero pero ahí estaba como Richard Gere en Reto al destino. Usaba un bigote muy gracioso y tenía una cara de piedra total. Hizo dos o tres ‘huevadas’ y enseguida me atrapó”, contó alguna vez Pablo, quien hoy cumple 58 años, sobre una relación que nació con ellos jóvenes y que perdura en el tiempo.
Y describió: “Con Pachu tenemos piel, es como que nacimos de la misma bolsa. Somos totalmente distintos, pero tenemos en común las cosas más importantes como ser buenas personas, los afectos, la pasión. O sea, si tenés mil diferencias y tenés esas tres o cuatro cosas en común, ya está. Encima es Leproso”.
Pablo Fabián Granados tiene un hijo muy famoso, porque Migue Granados se convirtió en una celebridad como humorista y conductor, pero su papá está muy orgulloso de sus dos hijos. De hecho, en su perfil de Instagram se presenta como “padre de talentos”, lema en el que incluye a Mery Granados, quien se dedica a la música como el resto de su familia.
Cómo era el programa que hacían Pablo y Pachu
La carrera de Pablo como humorista, actor y presentador comenzó en el año 1989 en el Canal 4 de Cablehogar de Rosario. Propuesta joven era un envío que hacía con otros humoristas rosarinos, como Luis Rubio y Flavio “Hijitus” Gastaldi. Había humor, chistes y, sobre todo, cámaras ocultas a la gente que pasaba por la calle Mitre del centro rosarino, algo que después replicarían con Marcelo Tinelli.
El encuentro entre Pablo y Pachu fue muy especial. “A Pachu lo trajo Luis Rubio a Propuesta joven. Parece que Pachu era re fan de lo que hacíamos. Me acuerdo de que tenía una cara de piedra total, un pibe totalmente serio, pero con una gran inventiva y se le ocurrían muchas cosas y muy payaso.
Hubo química desde un principio. Y cuando Pablo pensó en darle una vuelta de rosca en el programa, enseguida pensó en aquel muchacho de bigotes: “Lo fui a buscar a una bodega en la que trabajaba. Llegué, golpeé las manos en una reja y salió Pachu de abajo de un camión con un overol y desde ahí no nos separamos más”.
Según contaron más de una vez, al otro día fueron a tomar un café a las 10 de la mañana. “Quedé asombrado por su puntualidad porque yo también soy muy puntual así que me gustó también eso. Es el hermano que me tocó en la vida”, repasó Pablo.
“Empezamos a hacer Propuesta joven en el Canal 3 de Rosario, mientras seguíamos laburando de lo nuestro. Cuando vimos que funcionaba, él abandonó la embotelladora y yo dejé de dar clases de música en una escuela primaria de Granadero Baigorria, donde fui maestro cinco años”, recordó. El relato de Granados es tan simple como conmovedor.
Luego se dio la llegada a Buenos Aires. Aunque no les resultó fácil, ya que primero comenzaron trabajando para Mario Pergolini, justamente con quien competía Marcelo Tinelli en aquellos años.
“Teníamos un amigo que traía famosos a hacer presencias en Rosario. Un día nos dijo: ‘Chicos, llevo al Teto Medina. ¿Por qué no armamos una cámara oculta?’. Y la hicimos. Fuimos a un lugar céntrico e instalamos dos cámaras. Pablo actuó con una chica, yo hice de policía… Y decidimos llevarle la filmación a Marcelo Tinelli”, recordó Pachu.