Desde este martes los plazos fijos UVA empezaron a generar rendimientos ajustados a la inflación del 25,5% registrada en diciembre.

De esta manera, frente al aumento del índice de precios y desde el cambio de Gobierno, los depósitos en este instrumento indexado del sector privado crecieron un 150,7%, pese a que el Banco Central extendió su plazo mínimo a 180 días y liberó la tasa de precancelación.

El plazo fijo UVA es una opción de inversión minorista que ganó relevancia en medio de la elevada inflación, siendo una herramienta para proteger el poder adquisitivo de los ahorros ya que a diferencia de los plazos fijos tradicionales, este instrumento se ajusta a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, más un interés del 1% anual.

La actualización por inflación tiene un rezago de 15 días, y a partir de ahora se aplicará el ajuste correspondiente a la inflación del 25,5% de diciembre, un récord mensual en las últimas tres décadas.