
Esta jornada fue instituida en 1994 mediante la Ley N.º 24.323, en coincidencia con el natalicio del General Manuel Belgrano, prócer de la independencia, creador de la bandera nacional y símbolo de entrega, sacrificio y amor a la Patria.
Belgrano no solo fue un militar brillante, también fue un visionario, un hombre de ideas firmes que creyó en la educación, la justicia social y la libertad. Encabezó campañas heroicas, condujo al Ejército del Norte y al pueblo durante el Éxodo Jujeño. Su legado perdura en el soldado de hoy. En cada hombre y mujer que, con orgullo, viste el uniforme de la Patria, participa en misiones de paz, colabora en situaciones de emergencia, asiste a poblaciones aisladas, trabaja en campañas sanitarias y cumple múltiples tareas al servicio del país.
Con honor, disciplina, lealtad y una profunda vocación de entrega, en todos los rincones del territorio hay soldados que, en silencio, sostienen los valores más nobles de nuestra identidad. Con cada marcha, cada guardia, cada gesto de ayuda, el soldado argentino contribuye a la construcción de una Patria más fuerte, solidaria y soberana.
Y en este día, el recuerdo de los caídos y veteranos de la Gesta de Malvinas ocupa un lugar sagrado. Jóvenes que ofrecieron todo en defensa de la soberanía nacional y que hoy nos inspiran desde la memoria y el ejemplo. Ellos también son parte de este homenaje eterno.
