La Provincia se pone al frente del reclamo para evitar la importación del endulzante y los cambios en la Ley de Biocombustibles.

En el megapaquete de leyes, impulsado por el presidente Javier Milei, “se incluyeron seis artículos donde lesiona gravemente a la actividad azucarera, como es el levantamiento de aranceles para poder importar, donde puede ingresar azúcar de otro país que no sucedía con la normativa actual”. De esta forma, el gobernador, Osvaldo Jaldo, se refirió ayer a los efectos de la derogación de una ley que impedía la importación de azúcar y a las modificaciones integrales en la Ley de Combustibles, que afectarán a los 19 ingenios azucareros.

El mandatario se expresó de esta manera, tras una reunión con el presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), Jorge Feijoó, que fue hasta Casa de Gobierno a plantear la inquietud de la industria por el futuro productivo. Jaldo indicó a LA GACETA que desde hoy en Buenos Aires golpeará puertas en los despachos de funcionarios nacionales con el fin de solicitar que se frenen esas propuestas, pero paralelamente presentará propuestas superadoras, tal como también lo afirmó Feijoó.

La intención del mandatario tucumano es reunir a todos sus pares de las provincias productoras del endulzante y de biocombustibles, con el fin de analizar alternativas que impidan la apertura de las importaciones y la inclusión de más empresas no ligadas directamente al sector azucarero a la producción de bioetanol. El 12% del corte actual se nutre de un 50% de alcohol de maíz y el resto es derivado de la actividad azucarera. Mientras el primer porcentaje se produce en Córdoba, Santa Fe y San Luis; Tucumán, Jujuy y Salta proveen la otra mitad. “De ser necesario, Tucumán se pondrá a la cabeza de la petición al Gobierno nacional para defender una de sus industrias madre”, resaltó Jaldo.

Exhortación

Horas más tarde, el Centro Azucarero Argentino advirtió, mediante un comunicado, que hay dos iniciativas en el proyecto de ley que el Poder Ejecutivo puso a consideración del Congreso que ponen en riesgo de subsistencia a la principal actividad productiva del Noroeste Argentino. “Creemos que la derogación de la ley 25.715 es un grave error, porque ella no significa una protección del azúcar sino una preservación de la producción y del mercado interno frente a fluctuaciones severas de los precios en el mercado mundial, donde representamos menos del 1% y no tenemos ninguna incidencia”, expresó. “El mercado internacional del azúcar es uno de los más regulados del mundo, por los subsidios, el dumping y restricciones de todo tipo de algunos países, que perjudican a los productores no subsidiados, como los argentinos, que es precisamente lo que neutraliza la ley 25.715”, acotó.

El CAA exhorta a los diputados y senadores nacionales a no aprobar el artículo 59 del citado proyecto y evitar así lo que será un golpe irreversible para una cadena de valor integrada por 19 ingenios, 16 destilerías de alcohol y 6.000 productores cañeros independientes, que emplean en forma directa a 57.355 trabajadores, y una vasta red de proveedores, fraccionadores y distribuidores.

“Igualmente grave es la modificación que se impulsa de la Ley de Biocombustibles N° 27.640 (arts. 307 a 315), que rompe un régimen que tiene previsto, por ley, vigencia hasta el año 2030, es decir, se afrenta la seguridad jurídica con que se realizaron inversiones y se desarrolla la producción de Bioetanol de caña de azúcar, puntal decisivo del sostenimiento económico de la actividad azucarera”.

Entre los cambios que impulsa el proyecto, se destaca la libre importación de bioetanol para su mezcla con naftas, la habilitación a las petroleras para producirlo y autoabastecerse o comprarlo a precio libre -a pesar de la posición dominante de tres empresas que compran el 95% del bioetanol a 20 elaboradoras-, elimina la participación equilibrada en el abastecimiento por parte de las elaboradoras de bioetanol y hasta faculta a la autoridad a reducir el porcentaje de mezcla del 12% con una simple decisión administrativa.

“Consideramos que el proyecto puede ser mejorado, orientado a una Convergencia Técnica con el Mercosur, se mantengan las condiciones actuales para la mezcla del 12% con bioetanol de producción nacional y se contemple su incremento a un rango de entre 18% y 27% con mecanismos de competencia abierta. Para ello, haremos las contribuciones necesarias para que los diputados y senadores nacionales introduzcan cambios al proyecto de ley y se evite destruir un sistema de combustibles limpios que tantas inversiones significaron y tantos beneficios aportan para el agregado de valor a la producción regional, el medio ambiente y el entramado socioeconómico del Noroeste Argentino”, indica la CAA.