El influencer y streamer argentino confesó que ya no será más el presentador argentino en lo que resta del Mundial a raíz de una serie de irregularidades que sucedieron en el duelo contra Países Bajos

El partido entre Argentina y Países Bajos fue un duelo de alto contenido emocional. Todo contribuyó a un pico de tensión: el pelotazo de Leandro Paredes al banco de suplentes de Países Bajos, las 16 tarjetas amarillas que sacó Mateu Lahoz, las intervenciones y los duelos psicológicos en los penales, el festejo desbocado de los argentinos, las declaraciones estridentes de Lionel Messi y Emiliano Martínez contra las figuras del árbitro, Louis Van Gaal y Wout Weghorst.

Por tamañas controversias, la Comisión Disciplinaria de la FIFA abrió un procedimiento contra la Asociación Argentina (AFA) y la Federación Neerlandesa de Fútbol (KNVB) “por posibles infracciones” del artículo 12 del Código Disciplinario, que se refiere “a conducta indebida de jugadores y oficiales”, durante el enfrentamiento disputado la noche qatarí de este viernes en el estadio de Lusail.

La casa madre del fútbol argentino también se expone a posibles infracciones del “artículo 16 (orden y seguridad de los partidos)”, según añadió la FIFA en el comunicado. La primera sanción a un integrante de la delegación argentina no cae sobre un integrante del cuerpo técnico, del cuerpo médico, del plantel de jugadores o del staff de dirigentes.

El expulsado es Gerónimo Benavides, popularmente conocido como Momo, la voz designada para arengar a los hinchas en los estadios de Qatar donde juegue la selección argentina.

El influencer y streamer argentino hincha de Platense había estado en todos los partidos de Argentina y su labor consistía en estimular las previas, impulsar el canto durante el partido, anunciar las formaciones, contar antecedentes y escenarios del enfrentamiento, visualizar a los jugadores destacados y hasta presentar los goles.

El streamer argentino fue desplazado como voz del estadio luego de una serie de irregularidades en el duelo de cuartos de final

En sus redes sociales, expresó que su trabajo terminó: “Desgraciadamente hoy la FIFA me comunicó que no seré más la voz del estadio cuando juegue la Selección, sin muchas explicaciones me dieron a entender que parte es a raíz de lo sucedido contra Países Bajos”.

No explicó qué sucedió en el duelo de cuartos de final para que el ente rector del fútbol mundial decidiera desvincularlo de las transmisiones, pero soslayó algunas irregularidades que pudieron haber intercedido en la toma de decisión. Según trascendió, las razones son varias y obedecen a una manera, bien argentina, de vivir los partidos: no respetar las zonas designadas, festejar los goles con fervor exagerado y emplear apodos de futbolistas cuando las reglas lo prohíben.

En diálogo con Urbana Play, Momo había narrado lo que pasó después del gol de Messi contra México, en la segunda fecha del grupo C, un duelo determinante para las aspiraciones argentinas: “De pronto vino un loco con un micrófono y me dijo ‘presentá el gol’. Me levantó y digo: ‘gol del número diez, el mejor jugador del planeta…’. Pero yo no tenía voz. Me dijeron, ‘mirá pibe que vos no podés festejar los goles’.

En sus redes sociales, también manifestó su fastidio con el arbitraje del español Mateu Lahoz: “Saludito para los bocones y el árbitro. Que jugadores tenemos LPM”, tuiteó. Desde su canal de YouTube, minutos después de que finalizara el partido frente a Países Bajos, también lanzó dardos contra la FIFA: “Nos cagamos en todos los que nos quieren cagar.

Nos quiso cagar la FIFA. Ahí los tenés, chau Holanda, andate a la concha de tu madre. Aguante Argentina”. En su cuenta de Instagram confesó que lo desafectaron justamente a raíz de los problemas disciplinarios que emergieron en el partido entre Argentina y Países Bajos.

“Correrme a mí era parte de esto -agregó-. Pedí explicaciones, las cuales daré en otro momento, cuando termine el mundial”. Horas después, en un video subido a su canal de YouTube, expresó que las explicaciones que le dieron “no eran muy válidas que digamos”.

Contó que lo desplazaron de su rol por una serie de irregularidades que sucedieron durante el duelo por cuartos de final y dio más precisiones de su despido: “No respeté los protocolos. Es cierto. Decir los apodos de los jugadores, hacer que cante el estadio. Pero a ellos les sirvió, porque desde grupos hasta el partido con Holanda yo hice exactamente lo mismo.

Desde el primer partido contra Arabia Saudita todo fue idéntico y a ellos les gustó. Les terminó sirviendo. Lo hice como lo haría un argentino: con pasión, con sangre, con sentimiento”. Y brindó más detalles: “No pasó ninguna irregularidad. No hubo nada raro, no insulté a nadie, no me agarré a piñas con nadie, no tiré nada, no me metí donde no debía. No pasa por ahí. Lo van a entender cuando termine el mundial. Pero da bronca porque hoy Argentina es el foco del hateo”.

“A quienes sienten que les falle, o quizás no sintieron que hice bien lo que me tocó desde mi humilde lugar. Sinceramente traté de ser la voz de cada uno de ustedes lo más argentino posible, sin actuarlo, sintiéndolo y expresándome como lo harían ustedes, ser uno más como siempre.

Gracias por acompañarme en este sueño que viví, gracias a la AFA y a los jugadores y trabajadores de la selección que siempre me integraron (y no depende de ellos) y sobre todo a los jugadores por los momentos de felicidad que nos hacen vivir y que son lo más importante”, expresó en su cuenta de Twitter, donde tiene más de 500 mil seguidores.

“Hasta acá llegó este hermoso y jodido trabajo, espero no haberlos defraudado y me verán blogueando desde cualquier lado, alentando como siempre, cantando como siempre, porque lo importante es que Argentina llegue a lo más alto, no mi rol, yo fui un eslaboncito de algo hermoso.

Como digo siempre: banquemos a los jugadores y a los que laburan todos los días para que lleguemos a lo más alto posible. El martes desde la tribuna como sea, con o sin entrada, voy a ser el mismo de siempre, uno más. Los amo, perdón y gracias”, concluyó.