A menos de una semana de haber entrado a la casa y de cara a la primera gala de eliminación, la tensión entre los 18 participantes comienza a aumentar

El lunes 17 de octubre, minutos antes de que el reloj marcara las 22 hs, la casa más famosa de la Argentina reabrió sus puertas a seis años de la última temporada de Gran Hermano (Telefe). No hace falta aclarar que, a partir de ese momento, la mirada del país entero se centró en los 18 nuevos participantes del reality. Ante la sorpresa de muchos, solo hicieron falta un par de días para que la situación comenzara a complicarse y, a menos de una semana de su debut, Marcos -quien parecía uno de los competidores más tranquilos- protagonizó un tenso cruce con Juan, uno de los más intensos estrategas.

Apenas se presentaron los 18 nuevos participantes, la exigente audiencia argentina definió quienes serían sus favoritos, quienes quedarían en el rol de villanos de la competencia y a quienes veían como los primeros eliminados. Sin embargo, el paso de las horas logró desenmascarar la verdadera esencia de los hermanitos y, para alegría de los espectadores, los conflictos y asperezas no tardaron en dar el presente.

Dentro de todas las sorpresas e inesperados sucesos que se dieron a lo largo de esta primera semana, quizás la que más descolocó -tanto a quienes miran desde afuera como a los que están adentro- fue la tajante respuesta de Marcos, portador de la personalidad más tranquila de la casa, a Juan, quien desde el día uno se autodefinió como uno de los estrategas más fuertes.

El cruce sucedió mientras estaban todos sentados en el comedor debatiendo una de las pruebas presentadas por la voz de Gran Hermano. En un momento de la conversación, el salteño fue a buscar un vaso de agua y dejó el círculo un par de segundos, cosa que molestó al taxista.

“Estaría bueno que cuando esté hablando, vos estés acá prestando atención. Te lo digo de onda, porque yo te voy a escuchar si vos hablás no me voy a levantar e irme a buscar agua”, exclamó Juan. Sin levantar la voz, Marcos replicó: “¿Cuál es tu problema? No entiendo ¿Tanto te cuesta entender que me fui a servir agua?”.

“Que tenés que tener más personalidad y ser más educado”, disparó Reverdito. A pesar de que otros intentaron intervenir en la pelea, el salteño retrucó: “¿Decís que no tengo personalidad? Personalidad no tenés vos, que hablas mal de todos y no lo decís en la cara. Tenés 42 años, podrías demostrar”.

“El domingo te vamos a sacar”, arremetió su contrincante, en referencia a la gala de eliminación en la que se definirá cuál de los participantes nominados -entre los que se encuentra Marcos- quedará fuera de la casa.

Marcos Ginocchio tiene 22 años y es oriundo de Salta. Durante su presentación aseguró: “No me interesa lo que los demás piensen de mí. Yo vivo para mí y no para los demás”. Esa frase fue como una antelación de lo que sucedería una vez iniciado el programa: de carácter tranquilo, desde el primer día demostró que es la clase de persona que prefiere el silencio y que no interactúa con los demás más de lo necesario. Así, muchos lo tildaron de “potus” y vieron su calma con malos ojos.

Por otro lado, Juan Reverdito dejó en claro desde el principio que es de un carácter más intempestivo. “Tengo calle y tengo barrio. Soy explosivo y me saco por cualquier cosa”, admitió durante su presentación. Esto no cambió a pesar de las cámaras y la convivencia con 17 personas desconocidas. En un par de días, armó su propia alianza con otros participantes, dejó en claro que su prioridad es debatir estrategias y que opta por una forma de juego bastante agresiva.