Los familiares del joven que fue baleado por un policía en uno de los accesos a Lomas de Tafí el miércoles último, cuyo deceso se confirmó un día después, expusieron su dolor y bronca ante lo que denunciaron como un nuevo caso de gatillo fácil, apuntando al uniformado que, hasta el momento, no fue imputado por lo ocurrido.

El miércoles, pasadas las 8, el cabo Carlos Alderete mientras prestaba servicio en la Patrulla Motorizada de Tafí Viejo circulaba por el Camino del Perú, a la altura del Pozo de Vargas. Fue allí cuando observó que Mauro Nicolás Burela, de 25 años, se trasladaba en una moto similar a la que describieron víctimas de asaltos atribuídos a motochorros de la zona.

Según lo expuesto por Alderete, él persiguió al joven hasta darle alcance en un camino vecinal. Cuando quiso revisarle la mochila, Burela se habría llevado la mano a la cintura por lo que el policía pensó que lo atacaría, reaccionando más rápido, extrajo su arma y disparó primero hiriendo al joven en el abdomen.

Nicolás era el mayor de cuatro hermanos y vivía junto a su familia a tres cuadras de donde se produjo el incidente. Según contó su hermana, Rosario Burela, la noche anterior el joven se había quedado a dormir en la casa de su novia (ubicada aproximadamente a ocho cuadras de la suya), con quien tuvo una hija hace un mes.

El día señalado, pasadas las 8.30, Nicolás regresaba a su domicilio, ubicado en el barrio La Cartujana, en Yerba Buena, cuando fue interceptado por el cabo Alderete. “Él venía para mi casa porque después se tenía que ir a trabajar, era albañil. Estaba pasando por la parte del Pozo de Vargas cuando vio que un motorizado lo iba siguiendo”, indicó.

La hermana del joven explicó que Burela no frenó cuando el cabo se lo ordenó porque días antes había vendido su motocicleta por lo que el vehículo en el que se trasladaba no era de él, sino de su novia. “No frenó por temor, porque no tenía los papeles de la motocicleta ya que su novia es la titular, entonces él aceleró como escapando del policía”, dijo.

Según la Fiscalía de Atentados Contra las Personas, a cargo de Diego Hevia, el cabo Alderete persiguió a Burela hasta que pudo alcanzarlo en un camino vecinal de la zona que está rodeado de matorrales. Ahí pidió que se identificara y, según el propio policía, cuando quiso revisar la mochila que llevaba, el sospechoso retrocedió unos pasos y se llevó la mano a la cintura, por lo que Alderete reaccionó rápido y le disparó al joven en el abdomen. “Mi hermano frena, le entrega la mochila y en ese momento el Policía pensó que mi hermano iba a actuar de otra forma, con agresividad por así decirlo, por lo que le disparó”, dijo Rosario.