Jey Mammon sorprendió con una fuerte decisión en 2020, cuando Lucas Benvenuto sacó a la luz la denuncia de abuso sexual contra el conductor. Enterate.

Lucas Benvenuto denunció públicamente a Jey Mammon por presunto abuso sexual agravado. La denuncia indica que cuando Lucas tenía 14 años comenzó un romance con el conductor, que tenía 32.

El caso fue judicializado por Lucas mismo en diciembre de 2020, con una denuncia que presentó. En marzo de 2021, Juan Martín Rago (el verdadero nombre de Mammon) fue sobreseído por el juez Walter Candela por la prescripción de la acción penal. Los hechos que Lucas denunció habrían ocurrido en 2006, casi una década antes de la ley que anuló el plazo temporal limitado para investigar delitos contra la integridad sexual de menores.

Lucas relató que, conoció a Mammon a través de un amigo en común y fue a su casa en Balvanera, para su primer encuentro con él. Cuando despertó, se percató de que ambos estaban desnudos. Benvenuto aseguró que luego de pasar la noche en lo del conductor se dio cuenta de que tenía signos en su cuerpo parecidos a los que experimentó “la primera vez que fue abusado sexualmente”.

Mientras la denuncia salió a la luz, Jey estaba en el Cantando por un sueño, el segmento del programa de Marcelo Tinelli, pero por el proceso decidió renunciar. Tras una sentida despedida, dejó el ciclo.

Cuando quedó sobreseído, volvió a la televisión como conductor del ciclo “Los Mammones”.

El tremendo dato que saltó a la luz de Jey Mammon cuando era profesor de colegio

La denuncia de abuso sexual contra Jey Mammon que le hizo Lucas Benvenuto, que asegura que fueron pareja cuando él era menor de edad, sigue generado repercusiones. Ahora, la comunidad educativa en la que trabajó alertó sobre un comportamiento.

Según reveló Ángel de Brito en LAM, América, reveló que le enviaron mensajes dos madres de los colegios donde trabajaba como catequista, antes de saltar a la fama.

En esas charlas le revelaron que Jey era muy simpático con los chicos, que los acompañaba y lo querían mucho.

Pero, también reveló el dato más espeluznante de todos: las reuniones Jey las organizaba en su casa. Si bien ninguna madre contó que sus hijos sufrieron algo o algún dato incómodo, quedaron preocupadas e iban a investigar.

En esas reuniones tocaban la guitarra, cantaban y parece que no pasaba mas pero las madres se comenzaron a cuestionar por qué eran en su casa y no en el colegio.