La panelista padece dolores constantes desde hace 15 años, como consecuencia de la intervención que le realizó el profesional denunciado; “Quiero Justicia, no que me pidan perdón”, dijo en Nosotros a la mañana
Desde el 14 de junio, Silvina Luna se encuentra internada en el Hospital Italiano en la Ciudad de Buenos Aires, en estado crítico como consecuencia de una bacteria en sus pulmones. Eso complicó aún más la insuficiencia renal que tiene, producto de la hipercalcemia que le fue diagnosticada en 2014, tras someterse a una operación estética con el médico Aníbal Lotocki. Ante este grave escenario, Virgina Gallardo habló al respecto, siendo una de las famosas que también sufre afecciones al haberse tratado con el mismo profesional.
“Me hace mal hablar de este tema”, introdujo Virgina Gallardo en Nosotros a la mañana (eltrece) y dio pie a la dura historia que vive desde hace quince años, tras operarse los glúteos con Aníbal Lotocki. ”Estoy trabajando, me pongo fuerte por la situación, pero es claro que no superamos esto y cuando suceden cosas como esta, lo de Silvina (Luna), todas entramos en alarma. Horas hablando por teléfono con el médico, viendo todo el tiempo qué estudios poder acceder”, expresó entre lágrimas.
En medio del dolor que atraviesa al conocerse el padecimiento que vive su colega, Gallardo aseguró que desde hace tiempo eligió priorizar su salud mental para no exponerse en los medios de comunicación. Además afirmó que desistió de iniciarle juicio, ya que él sabe que su dolor es difícil de demostrar. “A veces me enojo con Silvina, que sé que la menos indicada… es lamentable llegar a este punto y volver a ver a este hombre en la tele. Yo tuve dos mediaciones con él”, dijo mientras contenía las lágrimas.
En febrero del 2022, y luego de un largo trayecto judicial encabezado por Silvina Luna y con las denuncias también de Stefy Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa, Aníbal Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer su profesión. Pero como la pena se encuentra en suspenso, las víctimas esperan un accionar judicial para que no haya más consecuencias por su trabajo.
En cuanto a su experiencia personal, la panelista de Nosotros a la mañana aseguró que hace quince años que convive con dolor. “Es una naturalidad en mi diaria. Yo me operé hace 15 años y estamos en el 2023, y es un hartazgo. ¿Ustedes creen que nosotras necesitamos perdón y empatía de esa persona?”, expresó luego que Lotocki brindara una entrevista en Telenoche (eltrece), donde se mostró reacio a asumir sus errores médicos.
“Quiero Justicia, no perdón. Necesitamos que se haga cargo de lo que hizo”, reiteró la panelista. “Yo vi los chanchullos con el polvito blanco que nos puso. En mediación se comprobó que los fabricantes vendieron el metacril para una sola cola, que cuesta millones”, afirmó. En la misma línea, explicó que actualmente el médico ofrece una intervención en la que promete que con “hilos tensores” realiza un levantamiento de glúteos, pero “en realidad inyecta un producto que detona en cualquier lugar (del organismo)”, cuestión que enfrenta Silvina Luna y a todas sus pacientes, incluyéndose.
En su caso, en 2008, decidió acceder al servicio ofrecido por Lotocki para el levantamiento de glúteos. Al respecto, recordó cómo fue el procedimiento, al estar consciente durante la intervención. “Es un producto que es como una goma, como más líquido, como un pegamento. Lo vi. Él ponía en un bowl un polvito y un líquido, lo vi. Vos estás consciente, son 10 minutos, dos inyecciones con anestesia local. Va una inyección en cada glúteo”, detalló y explicó que ese producto produce inflamación y luego se endurece como un “cemento”. Según sus palabras, es esto lo que produce daños severos en la salud. En su caso es “un dolor constante en la zona intervenida”.
Desde entonces, Virginia busca cómo revertir esta consecuencia y no encontró una solución efectiva para terminar con su padecimiento. “Si quisiera sacármelo me tienen que abrir de lado a lado y rebanar el músculo. En mi caso no migró. Yo hago actividad y con el músculo género elasticidad y me genera 100 veces más dolor. Cuanto más entreno, más duele”, explicó al ejemplificar que la única respuesta que consigue es mantenerse sin hacer nada. “Confío en mi profesional. Como estoy yo hoy es mejor no hacer nada y rezar al cielo que esto continúe así de por vida”, afirmó.