Tras obtener media sanción en Diputados, el proyecto será tratado en un plenario de comisiones de la Cámara Alta.

Este martes, la reforma de la Ley de Alquileres comenzará a ser tratada en el Senado, luego de que tras las PASO, fuera aprobada por Diputados.

El debate inicia en la Cámara Alta en un clima marcado por la desconfianza entre oficialismo y JxC, e incertidumbre sobre cuál será el futuro de la norma que la oposición puso en el centro de la agenda política en plena campaña rumbo a la elección de octubre.

Por ello, hoy a las 18 se reunirá un plenario de las comisiones de Legislación General y de Presupuesto y Hacienda, de un Senado que solo pudo sesionar una sola vez en todo el año para tratar proyectos.

Esto llamó la atención, y no solo en la oposición, por la premura con la que la Cámara alta -cuyos resortes maneja Cristina Kirchner- abrió el debate por la Ley de Alquileres y movilizó a las comisiones, sobre todo teniendo en cuenta que el oficialismo la rechazó y votó en contra en Diputados hace menos de una semana.

Teniendo esto es mente, la oposición podría tener una frágil mayoría en la comisión de Legislación General, pero está en minoría en la de Presupuesto como para sacar un dictamen de mayoría.

En cuanto al proyecto, la reforma que aprobó la mayor parte de la oposición unida en Diputados, reduciría de 3 a 2 años el plazo mínimo de los contratos. La actualización de los valores del alquiler, que hasta ahora era obligatoriamente luego de un año, podría realizarse dentro de un plazo de entre cuatro y doce meses, a partir de un mecanismo acordado entre las partes, elegido entre el índice de precios al consumidor (IPC), el índice de precios mayoristas (IPM) y/o el índice de salarios (IS), elaborados por el Indec o una combinación entre ellos.

En el interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado -que tenía previsto reunirse este martes a las 15- aseguran que se buscará aprobar el proyecto tal cual llegó desde la Cámara Baja, pero algunos senadores de PRO y la UCR advierten que el kirchnerismo podría buscar introducir cambios, que de aprobarse luego en el recinto obligaría a regresar el texto a Diputados, para que se aprueben los cambios o se insista en la media sanción original.